Hasta ahora, Google había sido el gran dominador del terreno publicitario online, especialmente en lo que respecta a búsquedas relacionadas con viajes, alojamiento y experiencias turísticas. Los hoteles, grandes y pequeños, han invertido durante años en posicionarse en los primeros resultados de búsqueda, compitiendo ferozmente por aparecer justo cuando un usuario escribe “hotel con encanto en la Costa Brava” o “mejor alojamiento en el centro de Barcelona”. Pero la irrupción de los modelos conversacionales como ChatGPT, ahora con capacidad para mostrar anuncios integrados en sus respuestas, podría cambiar radicalmente las reglas del juego.
Imaginemos a un usuario que, en lugar de hacer una búsqueda tradicional, le pregunta directamente a un asistente de IA: “¿Dónde me recomiendas alojarme en Tarragona este fin de semana?”. Si la respuesta incluye recomendaciones patrocinadas, cuidadosamente integradas en un lenguaje natural y contextualizado, el impacto puede ser mucho más persuasivo que un simple anuncio en la barra lateral de un buscador. Para los hoteles, esto abre una nueva vía de visibilidad, pero también exige una adaptación rápida a un entorno donde la conversación reemplaza al clic.
Además, la IA no solo responde: aprende. A medida que interactúa con los usuarios, puede afinar sus sugerencias en función de preferencias, historial de viajes o incluso el tono emocional de la consulta. Esto significa que un hotel boutique que sepa posicionarse bien en este nuevo canal podría llegar justo al tipo de cliente que busca: alguien que valora la autenticidad, el trato cercano y una experiencia personalizada.
Sin embargo, este nuevo paradigma también plantea desafíos. ¿Cómo se mide el retorno de una recomendación conversacional? ¿Qué papel jugarán las agencias de marketing digital especializadas en turismo? ¿Y cómo garantizar que la información patrocinada no comprometa la confianza del usuario en la herramienta?
Lo que está claro es que el sector hotelero no puede quedarse al margen. La publicidad en IA conversacional no es una moda pasajera, sino una evolución natural del marketing digital. Y como toda evolución, premiará a quienes se adapten con agilidad, creatividad y visión estratégica.